13 —Pues entonces averigüen dónde está —ordenó el rey—, para que mande a capturarlo.Cuando le informaron que Eliseo estaba en Dotán,
14 el rey envió allá un destacamento grande, con caballos y carros de combate. Llegaron de noche y cercaron la ciudad.
15 Por la mañana, cuando el criado del hombre de Dios se levantó para salir, vio que un ejército con caballos y carros de combate rodeaba la ciudad.—¡Ay, mi señor! —exclamó el criado—. ¿Qué vamos a hacer?
16 —No tengas miedo —respondió Eliseo—. Los que están con nosotros son más que ellos.
17 Entonces Eliseo oró: «Señor, ábrele a Guiezi los ojos para que vea.» El Señor así lo hizo, y el criado vio que la colina estaba llena de caballos y de carros de fuego alrededor de Eliseo.
18 Como ya los sirios se acercaban a él, Eliseo volvió a orar: «Señor, castiga a esta gente con ceguera.» Y el Señor hizo lo que le pidió Eliseo.
19 Luego Eliseo les dijo: «Ésta no es la ciudad adonde iban; han tomado un camino equivocado. Síganme, que yo los llevaré adonde está el hombre que buscan.» Pero los llevó a Samaria.