3 Toma entonces el frasco, derrama el aceite sobre su cabeza y declárale: “Así dice el Señor: ‘Ahora te unjo como rey de Israel.’” Luego abre la puerta y huye; ¡no te detengas!»
Leer capítulo completo 2 Reyes 9
Ver 2 Reyes 9:3 en contexto