25 »Y ahora, Señor y Dios, reafirma para siempre la promesa que les has hecho a tu siervo y a su dinastía. Cumple tu palabra
26 para que tu nombre sea siempre exaltado, y para que todos digan: “¡El SeñorTodopoderoso es Dios de Israel!” Entonces la dinastía de tu siervo David quedará establecida en tu presencia.
27 »Señor Todopoderoso, Dios de Israel, tú le has revelado a tu siervo el propósito de establecerle una dinastía, y por eso tu siervo se ha atrevido a hacerte esta súplica.
28 Señor mi Dios, tú que le has prometido tanta bondad a tu siervo, ¡tú eres Dios, y tus promesas son fieles!
29 Dígnate entonces bendecir a la familia de tu siervo, de modo que bajo tu protección exista para siempre, pues tú mismo, Señor omnipotente, lo has prometido. Si tú bendices a la dinastía de tu siervo, quedará bendita para siempre.»