6 »Si un levita que viva en alguna de las ciudades de Israel, respondiendo al impulso de su corazón se traslada al lugar que el Señor haya elegido,
7 podrá ministrar en el nombre del Señor su Dios como todos los otros levitas que sirvan allí, en la presencia del Señor.
8 Recibirá los mismos beneficios que ellos, además de su patrimonio familiar.
9 »Cuando entres en la tierra que te da el Señor tu Dios, no imites las costumbres abominables de esas naciones.
10 Nadie entre los tuyos deberá sacrificar a su hijo o hija en el fuego; ni practicar adivinación, brujería o hechicería;
11 ni hacer conjuros, servir de médium espiritista o consultar a los muertos.
12 Cualquiera que practique estas costumbres se hará abominable al Señor, y por causa de ellas el Señor tu Dios expulsará de tu presencia a esas naciones.