35 »El Señor te herirá en las rodillas y en las piernas, y con llagas malignas e incurables que te cubrirán todo el cuerpo, desde la planta del pie hasta la coronilla.
36 »El Señor hará que tú y el rey que hayas elegido para gobernarte sean deportados a un país que ni tú ni tus antepasados conocieron. Allí adorarás a otros dioses, dioses de madera y de piedra.
37 Serás motivo de horror y objeto de burla y de ridículo en todas las naciones a las que el Señor te conduzca.
38 »Sembrarás en tus campos mucho, pero cosecharás poco, porque las langostas devorarán tus plantíos.
39 Plantarás viñas y las cultivarás, pero no cosecharás las uvas ni beberás el vino, porque los gusanos se comerán tus vides.
40 Tendrás olivares por todo tu territorio, pero no te ungirás con su aceite, porque se caerán las aceitunas.
41 Tendrás hijos e hijas pero no podrás retenerlos, porque serán llevados al cautiverio.