49 »El Señor levantará contra ti una nación muy lejana, cuyo idioma no podrás entender; vendrá de los confines de la tierra, veloz como un águila.
50 Esta nación tendrá un aspecto feroz y no respetará a los viejos ni se compadecerá de los jóvenes.
51 Devorará las crías de tu ganado y las cosechas de tu tierra, hasta aniquilarte. No te dejará trigo, ni mosto ni aceite, ni terneras en las manadas, ni corderos en los rebaños. ¡Te dejará completamente arruinado!
52 Te acorralará en todas las ciudades de tu tierra; te sitiará hasta que se derrumben esas murallas fortificadas en las que has confiado. ¡Te asediará en toda la tierra y en las ciudades que el Señor tu Dios te ha dado!
53 »Tal será tu sufrimiento durante el sitio de la ciudad, que acabarás comiéndote el fruto de tu vientre, ¡la carne misma de los hijos y las hijas que el Señor tu Dios te ha dado!
54 Aun el más tierno y sensible de tus hombres no tendrá compasión de su propio hermano, ni de la esposa que ama, ni de los hijos que todavía le queden,
55 a tal grado que no compartirá con ellos nada de la carne de sus hijos que esté comiendo, pues será todo lo que le quede.»Tal será la angustia que te hará sentir tu enemigo durante el asedio de todas tus ciudades,