1 Luego me fijé en tanta opresión que hay en esta vida. Vi llorar a los oprimidos, y no había quien los consolara; el poder estaba del lado de sus opresores, y no había quien los consolara.
2 Y consideré más felices a los que ya han muerto que a los que aún viven,
3 aunque en mejor situación están los que aún no han nacido, los que no han visto aún la maldad que se comete en esta vida.
4 Vi además que tanto el afán como el éxito en la vida despiertan envidias. Y también esto es absurdo; ¡es correr tras el viento!
5 El necio se cruza de brazos,y acaba muriéndose de hambre.