6 No permitas que tu boca te haga pecar, ni digas luego ante el mensajero de Dios que lo hiciste sin querer. ¿Por qué ha de enojarse Dios por lo que dices, y destruir el fruto de tu trabajo?
Leer capítulo completo Eclesiastés 5
Ver Eclesiastés 5:6 en contexto