22 »No explotes a las viudas ni a los huérfanos,
23 porque si tú y tu pueblo lo hacen, y ellos me piden ayuda, yo te aseguro que atenderé a su clamor:
24 arderá mi furor y los mataré a ustedes a filo de espada. ¡Y sus mujeres se quedarán viudas, y sus hijos se quedarán huérfanos!
25 »Si uno de ustedes presta dinero a algún necesitado de mi pueblo, no deberá tratarlo como los prestamistas ni le cobrará intereses.
26 »Si alguien toma en prenda el manto de su prójimo, deberá devolvérselo al caer la noche.
27 Ese manto es lo único que tiene para abrigarse; no tiene otra cosa sobre la cual dormir. Si se queja ante mí, yo atenderé a su clamor, pues soy un Dios compasivo.
28 »No blasfemes nunca contra Dios, ni maldigas al jefe de tu pueblo.