26 »Si alguien toma en prenda el manto de su prójimo, deberá devolvérselo al caer la noche.
27 Ese manto es lo único que tiene para abrigarse; no tiene otra cosa sobre la cual dormir. Si se queja ante mí, yo atenderé a su clamor, pues soy un Dios compasivo.
28 »No blasfemes nunca contra Dios, ni maldigas al jefe de tu pueblo.
29 »No te demores en presentarme las ofrendas de tus graneros y de tus lagares.»Tus hijos primogénitos serán para mí.
30 »También serán para mí tus toros y tus ovejas. Los dejarás con sus madres siete días, pero al octavo día me los entregarás.
31 »Ustedes serán mi pueblo santo.»No comerán la carne de ningún animal que haya sido despedazado por las fieras. Esa carne se la echarán a los perros.