6 La mitad de la sangre la echó Moisés en unos tazones, y la otra mitad la roció sobre el altar.
7 Después tomó el libro del pacto y lo leyó ante el pueblo, y ellos respondieron:—Haremos todo lo que el Señor ha dicho, y le obedeceremos.
8 Moisés tomó la sangre, roció al pueblo con ella y dijo:—Ésta es la sangre del pacto que, con base en estas palabras, el Señor ha hecho con ustedes.
9 Moisés y Aarón, Nadab y Abiú, y los setenta ancianos de Israel subieron
10 y vieron al Dios de Israel. Bajo sus pies había una especie de pavimento de zafiro, tan claro como el cielo mismo.
11 Y a pesar de que estos jefes de los israelitas vieron a Dios, siguieron con vida, pues Dios no alzó su mano contra ellos.
12 El Señor le dijo a Moisés: «Sube a encontrarte conmigo en el monte, y quédate allí. Voy a darte las tablas con la ley y los mandamientos que he escrito para guiarlos en la vida.»