19 Los jefes de cuadrilla israelitas se dieron cuenta de que estaban en un aprieto cuando se les dijo que la cuota diaria de ladrillos no se les iba a rebajar.
20 Así que al encontrarse con Moisés y Aarón, que los estaban esperando a la salida,
21 les dijeron: «¡Que el Señor los examine y los juzgue! ¡Por culpa de ustedes somos unos apestados ante el faraón y sus siervos! ¡Ustedes mismos les han puesto la espada en la mano, para que nos maten!»
22 Moisés se volvió al Señor y le dijo:—¡Ay, Señor! ¿Por qué tratas tan mal a este pueblo? ¿Para esto me enviaste?
23 Desde que me presenté ante el faraón y le hablé en tu nombre, no ha hecho más que maltratar a este pueblo, que es tu pueblo. ¡Y tú no has hecho nada para librarlo!