3 anúnciale que así dice el Señor: “Me declaro contra ti. Desenvainaré mi espada y mataré a justos y a malvados por igual.
4 Puesto que he de extirpar de ti tanto al justo como al malvado, mi espada saldrá contra todo el mundo, desde el norte hasta el sur.
5 Así todos sabrán que yo, el Señor, he desenvainado la espada y no volveré a envainarla.”
6 »Y tú, hijo de hombre, con el corazón quebrantado y en presencia de todo el mundo, llora con amargura.
7 Y cuando te pregunten por qué lloras así, diles que es por la noticia de lo que va a suceder. Esta noticia hará que todos los corazones desfallezcan, que se dejen caer todos los brazos, y que tiemblen todas las rodillas. ¡Ya está por llegar! ¡Ya es una realidad! Yo, el Señor, lo afirmo.»
8 El Señor me dirigió la palabra:
9 «Hijo de hombre, profetiza y proclama que así dice el Señor:»“¡La espada, la espada,afilada y bruñida!,