6 »Adviértele a este pueblo rebelde de Israel que así dice el Señor omnipotente: “Pueblo de Israel, ¡basta ya de tus prácticas detestables!
7 Ustedes dejaron entrar en mi santuario a extranjeros, incircuncisos de corazón y de cuerpo, para que profanaran mi templo. Mientras tanto, ustedes me ofrecían alimentos, grasa y sangre, violando así mi pacto con sus acciones detestables.
8 No se ocuparon de cumplir con mi culto sagrado, sino que pusieron a extranjeros a cargo de mi santuario.
9 Así dice el Señor omnipotente: ¡No entrará en mi templo ningún extranjero incircunciso de corazón y de cuerpo; ni siquiera los extranjeros que habitan entre los israelitas!
10 »”Tendrán que pagar por su iniquidad los levitas que se alejaron de mí cuando Israel se descarriaba para ir tras sus ídolos malolientes.
11 Podrán servir en mi santuario como custodios de las puertas, y en algunos otros menesteres del templo. Ellos serán los que maten los animales para el holocausto y para el sacrificio que presenta el pueblo, y deberán estar dispuestos a servir al pueblo.
12 Pero yo he levantado mi mano contra ellos, y por haber servido al pueblo de Israel delante de sus ídolos malolientes, y por hacerlo caer, tendrán que pagar por su iniquidad. Yo, el Señor, lo afirmo.