6 —Escúchenos, señor; usted es un príncipe poderoso entre nosotros. Sepulte a su esposa en el mejor de nuestros sepulcros. Ninguno de nosotros le negará su tumba para que pueda sepultar a su esposa.
7 Abraham se levantó, hizo una reverencia ante los hititas del lugar,
8 y les dijo:—Si les parece bien que yo entierre aquí a mi difunta, les ruego que intercedan ante Efrón hijo de Zojar
9 para que me venda la cueva de Macpela, que está en los linderos de su campo. Díganle que me la venda en su justo precio, y así tendré entre ustedes un sepulcro para mi familia.
10 Efrón el hitita, que estaba sentado allí entre su gente, le respondió a Abraham en presencia de todos ellos y de los que pasaban por la puerta de su ciudad:
11 —No, señor mío, escúcheme bien: yo le regalo el campo, y también la cueva que está en él. Los hijos de mi pueblo son testigos de que yo se los regalo. Entierre usted a su esposa.
12 Una vez más, Abraham hizo una reverencia ante la gente de ese lugar,