21 De modo que el Señor se dará a conocer a los egipcios, y en aquel día ellos reconocerán al Señor: lo servirán con sacrificios y ofrendas de grano; harán votos al Señor y se los cumplirán.
22 El Señor herirá a los egipcios con una plaga, y aun hiriéndolos, los sanará. Ellos se volverán al Señor, y él responderá a sus ruegos y los sanará.
23 En aquel día habrá una carretera desde Egipto hasta Asiria. Los asirios irán a Egipto y los egipcios a Asiria, y unos y otros adorarán juntos.
24 En aquel día Israel será, junto con Egipto y Asiria, una bendición en medio de la tierra.
25 El Señor Todopoderoso los bendecirá, diciendo: «Bendito sea Egipto mi pueblo, y Asiria obra de mis manos, e Israel mi heredad.»