5 Él hace caer a los que habitan en lo altoy abate a la ciudad enaltecida:la abate hasta dejarla por el suelo,la derriba hasta hacerla morder el polvo.
6 ¡Los débiles y los desvalidosla pisotean con sus propios pies!»
7 La senda del justo es llana;tú, que eres recto, allanas su camino.
8 Sí, en ti esperamos, Señor,y en la senda de tus juicios;tu nombre y tu memoriason el deseo de nuestra vida.
9 Todo mi ser te desea por las noches;por la mañana mi espíritu te busca.Pues cuando tus juicios llegan a la tierra,los habitantes del mundo aprenden lo que es justicia.
10 Aunque al malvado se le tenga compasión,no aprende lo que es justicia;en tierra de rectitud actúa con iniquidad,y no reconoce la majestad del Señor.
11 Levantada está, Señor, tu mano,pero ellos no la ven.¡Que vean tu celo por el pueblo, y sean avergonzados;que sean consumidos por el fuegodestinado a tus enemigos!