3 Serás en la mano del Señor como una corona esplendorosa,¡como una diadema real en la palma de tu Dios!
4 Ya no te llamarán «Abandonada»,ni a tu tierra la llamarán «Desolada»,sino que serás llamada «Mi deleite»;tu tierra se llamará «Mi esposa»;porque el Señor se deleitará en ti,y tu tierra tendrá esposo.
5 Como un joven que se casa con una doncella,así el que te edifica se casará contigo;como un novio que se regocija por su novia,así tu Dios se regocijará por ti.
6 Jerusalén, sobre tus muros he puesto centinelasque nunca callarán, ni de día ni de noche.Ustedes, los que invocan al Señor,no se den descanso;
7 ni tampoco lo dejen descansar,hasta que establezca a Jerusalény la convierta en la alabanza de la tierra.
8 Por su mano derecha, por su brazo poderoso,ha jurado el Señor:«Nunca más daré a tus enemigostu grano como alimento,ni se beberá gente extranjerael vino nuevo por el que trabajaste.
9 Alabando al Señor comerán el granoquienes lo hayan cosechado;en los atrios de mi santuario beberán el vinoquienes hayan trabajado en la vendimia.»