17 «Juntos perecerán los que se santifican y se purifican para entrar en los jardines, siguiendo a uno que va al frente, y los que comen carne de cerdo, ratas y otras cosas abominables —afirma el Señor—.
18 »Yo, por causa de sus acciones y sus ideas, estoy a punto de reunir a gente de toda nación y lengua; vendrán y verán mi gloria.
19 »Les daré una señal, y a algunos de sus sobrevivientes los enviaré a las naciones: a Tarsis, Pul, Lidia (famosa por sus arqueros), Tubal y Grecia, y a las costas lejanas que no han oído hablar de mi fama ni han visto mi gloria. Ellos anunciarán mi gloria entre las naciones.
20 Y a todos los hermanos que ustedes tienen entre las naciones los traerán a mi monte santo en Jerusalén, como una ofrenda al Señor; los traerán en caballos, en carros de combate y en literas, y en mulas y camellos —dice el Señor—. Los traerán como traen los israelitas, en recipientes limpios, sus ofrendas de grano al templo del Señor.
21 Y de ellos escogeré también a algunos, para que sean sacerdotes y levitas —dice el Señor—.
22 »Porque así como perdurarán en mi presencia el cielo nuevo y la tierra nueva que yo haré, así también perdurarán el nombre y los descendientes de ustedes —afirma el Señor—.
23 Sucederá que de una luna nueva a otra, y de un sábado a otro, toda la humanidad vendrá a postrarse ante mí —dice el Señor—.