7 Pero el Señor me dijo:«No digas: “Soy muy joven”, porque vas a ir adondequiera que yo te envíe, y vas a decir todo lo que yo te ordene.
8 No le temas a nadie, que yo estoy contigo para librarte.» Lo afirma el Señor.
9 Luego extendió el Señor la mano y, tocándome la boca, me dijo:«He puesto en tu boca mis palabras.
10 Mira, hoy te doy autoridad sobre naciones y reinos,»para arrancar y derribar,para destruir y demoler,para construir y plantar.»
11 La palabra del Señor vino a mí, y me dijo:«¿Qué es lo que ves, Jeremías?»«Veo una rama de almendro», respondí.
12 «Has visto bien —dijo el Señor—, porque yo estoy alerta para que se cumpla mi palabra.»
13 La palabra del Señor vino a mí por segunda vez, y me dijo:«¿Qué es lo que ves?»«Veo una olla que hierve y se derrama desde el norte», respondí.