15 Por eso, así dice el Señor: “En cuanto a los profetas que profetizan en mi nombre sin que yo los haya enviado, y que además dicen que no habrá espada ni hambre en este país, ellos mismos morirán de hambre y a filo de espada.
16 Y el pueblo al que profetizan será arrojado a las calles de Jerusalén a causa del hambre y de la espada, y no habrá quien los entierre, ni a ellos ni a sus esposas, ni a sus hijos, ni a sus hijas; también les echaré encima su propia maldad.”
17 »Tú les dirás lo siguiente:»“Que corran lágrimas de mis ojosdía y noche, sin cesar,porque la virginal hija de mi puebloha sufrido una herida terrible,¡un golpe muy duro!
18 Si salgo al campo, veo los cuerposde los muertos a filo de espada;si entro en la ciudad, veo los estragosque el hambre ha producido.Tanto el profeta como el sacerdoteejercen en el país, sin conocimiento.”»
19 ¿Has rechazado por completo a Judá?¿Detestas a Sión?¿Por qué nos has herido de tal modoque ya no tenemos remedio?Esperábamos tiempos de paz,pero nada bueno recibimos.Esperábamos tiempos de salud,pero sólo nos llegó el terror.
20 Reconocemos, Señor, nuestra maldad,y la iniquidad de nuestros padres;¡hemos pecado contra ti!
21 En razón de tu nombre, no nos desprecies;no deshonres tu trono glorioso.¡Acuérdate de tu pacto con nosotros!¡No lo quebrantes!