4 Así dice el SeñorTodopoderoso, el Dios de Israel, a todos los que he deportado de Jerusalén a Babilonia:
5 «Construyan casas y habítenlas; planten huertos y coman de su fruto.
6 Cásense, y tengan hijos e hijas; y casen a sus hijos e hijas, para que a su vez ellos les den nietos. Multiplíquense allá, y no disminuyan.
7 Además, busquen el bienestar de la ciudad adonde los he deportado, y pidan al Señor por ella, porque el bienestar de ustedes depende del bienestar de la ciudad.»
8 Así dice el Señor Todopoderoso, el Dios de Israel: «No se dejen engañar por los profetas ni por los adivinos que están entre ustedes. No hagan caso de los sueños que ellos tienen.
9 Lo que ellos les profetizan en mi nombre es una mentira. Yo no los he enviado», afirma el Señor.
10 Así dice el Señor: «Cuando a Babilonia se le hayan cumplido los setenta años, yo los visitaré; y haré honor a mi promesa en favor de ustedes, y los haré volver a este lugar.