31 »Vienen días —afirma el Señor— en que haré un nuevo pacto con el pueblo de Israel y con la tribu de Judá.
32 No será un pacto como el que hice con sus antepasados el día en que los tomé de la mano y los saqué de Egipto, ya que ellos lo quebrantaron a pesar de que yo era su esposo —afirma el Señor—.
33 »Éste es el pacto que después de aquel tiempo haré con el pueblo de Israel —afirma el Señor—: Pondré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.
34 Ya no tendrá nadie que enseñar a su prójimo, ni dirá nadie a su hermano: “¡Conoce al Señor!”, porque todos, desde el más pequeño hasta el más grande, me conocerán —afirma el Señor—. Yo les perdonaré su iniquidad, y nunca más me acordaré de sus pecados.»
35 Así dice el Señor,cuyo nombre es el Señor Todopoderoso,quien estableció el sol para alumbrar el día,y la luna y las estrellas para alumbrar la noche,y agita el mar para que rujan sus olas:
36 «Si alguna vez fallaran estas leyes—afirma el Señor—,entonces la descendencia de Israelya nunca más sería mi nación especial.»
37 Así dice el Señor:«Si se pudieran medir los cielos en lo alto,y en lo bajo explorar los cimientos de la tierra,entonces yo rechazaría a la descendencia de Israelpor todo lo que ha hecho—afirma el Señor—.