8 Los babilonios regresarán para atacar esta ciudad, y la capturarán y la incendiarán.’”
9 »Así dice el Señor: “No se hagan ilusiones creyendo que los babilonios se van a retirar. ¡Se equivocan! No se van a retirar.
10 Y aunque ustedes derrotaran a todo el ejército babilonio, y sólo quedaran en sus campamentos algunos hombres heridos, éstos se levantarían e incendiarían esta ciudad.”»
11 Cuando por causa de la incursión del ejército del faraón el ejército de Babilonia se retiró de Jerusalén,
12 Jeremías quiso trasladarse de Jerusalén al territorio de Benjamín para tomar posesión de una herencia.
13 Pero al llegar a la puerta de Benjamín, un capitán de la guardia llamado Irías, hijo de Selemías y nieto de Jananías, detuvo al profeta Jeremías y lo acusó:—¡Estás por pasarte a los babilonios!
14 Jeremías respondió:—¡Mentira, no voy a pasarme a los babilonios!Pero Irías no le hizo caso, sino que lo detuvo y lo llevó ante los jefes.