31 »¡Vamos, ataquen a esta nación indolenteque vive del todo confiada,nación que no tiene puertas ni cerrojos,y que vive muy aislada!—afirma el Señor—.
32 Sus camellos serán el botín,y su numeroso ganado, el despojo.Dispersaré a los cuatro vientosa los que se rapan las sienes;de todas partes les traeré su ruina—afirma el Señor—.
33 Jazor se convertirá en una guarida de chacales,en un lugar desolado para siempre.Ningún ser humano vivirá allí,nadie habitará en ese lugar.»
34 La palabra del Señor acerca de Elam vino al profeta Jeremías al comienzo del reinado de Sedequías, rey de Judá.
35 Así dice el SeñorTodopoderoso:«Voy a quebrar el arco de Elam;voy a acabar con lo mejor de su poderío.
36 Voy a desatar contra Elam los cuatro vientosdesde los cuatro confines de la tierra.Los voy a esparcir por los cuatro vientos,y no quedará nación algunaadonde no lleguen sus desterrados.
37 Aterraré a Elam frente a sus enemigos,frente a los que atentan contra su vida;desataré mi ardiente ira,y traeré sobre ellos calamidad—afirma el Señor—.Haré que la espada los persigahasta que los haya exterminado.