30 No podrá escapar de las tinieblas;una llama de fuego marchitará sus renuevos,y el aliento de Dios lo arrebatará.
31 Que no se engañe ni confíe en cosas vanas,porque nada obtendrá a cambio de ellas.
32 Antes de su término recibirá su merecido,y sus ramas no reverdecerán.
33 Quedará como vid que pierde sus uvas verdes,como olivo que no llega a florecer.
34 La compañía de los impíos no es de provecho;¡las moradas de los que aman el sobornoserán consumidas por el fuego!
35 Conciben iniquidad, y dan a luz maldad;en su vientre se genera el engaño.»