10 Y el Señor le contestó:—¡Levántate! ¿Qué haces allí postrado?
11 Los israelitas han pecado y han violado la alianza que concerté con ellos. Se han apropiado del botín de guerra que debía ser destruido y lo han escondido entre sus posesiones.
12 Por eso los israelitas no podrán hacerles frente a sus enemigos, sino que tendrán que huir de sus adversarios. Ellos mismos se acarrearon su destrucción. Y si no destruyen ese botín que está en medio de ustedes, yo no seguiré a su lado.
13 ¡Levántate! ¡Purifica al pueblo! Diles que se consagren para presentarse ante mí mañana, y que yo, el Señor, Dios de Israel, declaro: “¡La destrucción está en medio de ti, Israel! No podrás resistir a tus enemigos hasta que hayas quitado el oprobio que está en el pueblo.”
14 Mañana por la mañana se presentarán por tribus. La tribu que yo señale por suertes presentará a sus clanes; el clan que el Señor señale presentará a sus familias; y la familia que el Señor señale presentará a sus varones.
15 El que sea sorprendido en posesión del botín de guerra destinado a la destrucción será quemado junto con su familia y sus posesiones, pues ha violado el pacto del Señor y ha causado el oprobio a Israel.
16 Al día siguiente, muy de madrugada, Josué mandó llamar, una por una, las tribus de Israel; y la suerte cayó sobre Judá.