30 Luego ofrecerá las tórtolas o los pichones de paloma, según lo que pueda pagar el oferente,
31 uno como sacrificio expiatorio y otro como holocausto, junto con la ofrenda de cereal. Así hará el sacerdote propiciación ante el Señor en favor del que se purifica.»
32 Esta ley se aplicará a la persona que haya contraído una infección cutánea y no tenga para pagar las ofrendas regulares de su purificación.
33 El Señor les dijo a Moisés y a Aarón:
34 «Si al entrar ustedes en la tierra de Canaán, la cual les doy en propiedad, yo pongo moho infeccioso en alguna de sus casas,
35 el dueño de la casa deberá decirle al sacerdote: “En mi casa ha aparecido una especie de moho.”
36 Entonces el sacerdote, antes de entrar para examinar el moho, mandará que desocupen la casa para que no se contamine todo lo que haya en ella. Hecho esto, el sacerdote entrará a examinarla.