20 fractura por fractura, ojo por ojo, diente por diente. Sufrirá en carne propia el mismo daño que haya causado.
21 »Todo el que mate un animal reparará el daño, pero el que mate a un hombre será condenado a muerte.
22 Una sola ley regirá, tanto para el nativo como para el extranjero. Yo soy el Señor su Dios.»
23 Moisés les comunicó todo esto a los israelitas, y ellos sacaron al blasfemo fuera del campamento, y allí lo apedrearon. Los israelitas procedieron tal como el Señor se lo ordenó a Moisés.