9 Se agacha como un león,se tiende como una leona:¿quién se atreverá a molestarlo?¡Benditos sean los que te bendigan!¡Malditos sean los que te maldigan!»
10 Entonces la ira de Balac se encendió contra Balán, y chasqueando los dedos le dijo:—Te mandé llamar para que echaras una maldición sobre mis enemigos, ¡y estas tres veces no has hecho sino bendecirlos!
11 ¡Más te vale volver a tu tierra! Prometí que te recompensaría, pero esa recompensa te la ha negado el Señor.
12 Balán le contestó:—Yo les dije a los mensajeros que me enviaste:
13 “Aun si Balac me diera su palacio lleno de oro y de plata, yo no podría hacer nada bueno ni malo, sino ajustarme al mandamiento del Señor mi Dios. Lo que el Señor me ordene decir, eso diré.”
14 Ahora que vuelvo a mi pueblo, voy a advertirte en cuanto a lo que este pueblo hará con tu pueblo en los días postreros.
15 Entonces Balán pronunció su oráculo:«Palabras de Balán hijo de Beor,palabras del varón clarividente.