21 —aquí el sacerdote pondrá a la mujer bajo el juramento del voto de maldición—, que el Señor haga recaer sobre ti la maldición y el juramento en medio de tu pueblo, que te haga estéril, y que el vientre se te hinche.
22 Cuando estas aguas de la maldición entren en tu cuerpo, que te hinchen el vientre y te hagan estéril.” Y la mujer responderá: “¡Amén! ¡Que así sea!”
23 »El sacerdote escribirá estas maldiciones en un documento, que lavará con las aguas amargas.
24 Después hará que la mujer se beba las aguas amargas de la maldición, que entrarán en ella para causarle amargura.
25 »El sacerdote recibirá de ella la ofrenda por los celos. Procederá a mecer ante el Señor la ofrenda de cereal, la cual presentará sobre el altar;
26 tomará de la ofrenda un puñado de cereal como memorial, y lo quemará en el altar. Después hará que la mujer se beba las aguas.
27 Cuando ella se haya bebido las aguas de la maldición, y éstas entren en ella para causarle amargura, si le fue infiel a su esposo y se mancilló, se le hinchará el vientre y quedará estéril. Así esa mujer caerá bajo maldición en medio de su pueblo.