12 Les dije: «Si les parece bien, páguenme mi jornal; de lo contrario, quédense con él.» Y me pagaron sólo treinta monedas de plata.
13 ¡Valiente precio el que me pusieron!Entonces el Señor me dijo: «Entrégaselas al fundidor.» Así que tomé las treinta monedas de plata y se las di al fundidor del templo del Señor.
14 Quebré luego la segunda vara, a la que había llamado Unión, y anulé el vínculo fraternal entre Judá e Israel.
15 El Señor me dijo entonces: «Vístete ahora como uno de esos pastores insensatos,
16 porque voy a poner sobre el país a un pastor que no se preocupará por las ovejas moribundas, ni buscará a las ovejas pequeñas, ni curará a las ovejas heridas ni dará de comer a las ovejas sanas, sino que devorará a las más gordas y les arrancará las pezuñas.»
17 ¡Ay del pastor inútilque abandona su rebaño!¡Que la espada le hiera el brazo,y el puñal le saque el ojo derecho!¡Que del brazo quede tullido,y del ojo derecho, ciego!