8 Y si la trompeta no da un toque claro, ¿quién se va a preparar para la batalla?
9 Así sucede con ustedes. A menos que su lengua pronuncie palabras comprensibles, ¿cómo se sabrá lo que dicen? Será como si hablaran al aire.
10 ¡Quién sabe cuántos idiomas hay en el mundo, y ninguno carece de sentido!
11 Pero si no capto el sentido de lo que alguien dice, seré como un extranjero para el que me habla, y él lo será para mí.
12 Por eso ustedes, ya que tanto ambicionan dones espirituales, procuren que éstos abunden para la edificación de la iglesia.
13 Por esta razón, el que habla en lenguas pida en oración el don de interpretar lo que diga.
14 Porque si yo oro en lenguas, mi espíritu ora, pero mi entendimiento no se beneficia en nada.