3 No se dejen engañar de ninguna manera, porque primero tiene que llegar la rebelión contra Dios y manifestarse el hombre de maldad, el destructor por naturaleza.
4 Éste se opone y se levanta contra todo lo que lleva el nombre de Dios o es objeto de adoración, hasta el punto de adueñarse del templo de Dios y pretender ser Dios.
5 ¿No recuerdan que ya les hablaba de esto cuando estaba con ustedes?
6 Bien saben que hay algo que detiene a este hombre, a fin de que él se manifieste a su debido tiempo.
7 Es cierto que el misterio de la maldad ya está ejerciendo su poder; pero falta que sea quitado de en medio el que ahora lo detiene.
8 Entonces se manifestará aquel malvado, a quien el Señor Jesús derrocará con el soplo de su boca y destruirá con el esplendor de su venida.
9 El malvado vendrá, por obra de Satanás, con toda clase de milagros, señales y prodigios falsos.