1 En otras palabras, mientras el heredero es menor de edad, en nada se diferencia de un esclavo, a pesar de ser dueño de todo.
2 Al contrario, está bajo el cuidado de tutores y administradores hasta la fecha fijada por su padre.
3 Así también nosotros, cuando éramos menores, estábamos esclavizados por los principios de este mundo.
4 Pero cuando se cumplió el plazo, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la ley,
5 para rescatar a los que estaban bajo la ley, a fin de que fuéramos adoptados como hijos.
6 Ustedes ya son hijos. Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama: «¡Abba! ¡Padre!»