13 Nadie entre el pueblo se atrevía a juntarse con ellos, aunque los elogiaban.
14 Y seguía aumentando el número de los que creían y aceptaban al Señor.
15 Era tal la multitud de hombres y mujeres, que hasta sacaban a los enfermos a las plazas y los ponían en colchonetas y camillas para que, al pasar Pedro, por lo menos su sombra cayera sobre alguno de ellos.
16 También de los pueblos vecinos a Jerusalén acudían multitudes que llevaban personas enfermas y atormentadas por espíritus malignos, y todas eran sanadas.
17 El sumo sacerdote y todos sus partidarios, que pertenecían a la secta de los saduceos, se llenaron de envidia.
18 Entonces arrestaron a los apóstoles y los metieron en la cárcel común.
19 Pero en la noche un ángel del Señor abrió las puertas de la cárcel y los sacó.