6 —Tiren la red a la derecha de la barca, y pescarán algo.Así lo hicieron, y era tal la cantidad de pescados que ya no podían sacar la red.
7 —¡Es el Señor! —dijo a Pedro el discípulo a quien Jesús amaba.Tan pronto como Simón Pedro le oyó decir: «Es el Señor», se puso la ropa, pues estaba semidesnudo, y se tiró al agua.
8 Los otros discípulos lo siguieron en la barca, arrastrando la red llena de pescados, pues estaban a escasos cien metros de la orilla.
9 Al desembarcar, vieron unas brasas con un pescado encima, y un pan.
10 —Traigan algunos de los pescados que acaban de sacar —les dijo Jesús.
11 Simón Pedro subió a bordo y arrastró hasta la orilla la red, la cual estaba llena de pescados de buen tamaño. Eran ciento cincuenta y tres, pero a pesar de ser tantos la red no se rompió.
12 —Vengan a desayunar —les dijo Jesús.Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: «¿Quién eres tú?», porque sabían que era el Señor.