13 —Todo el que beba de esta agua volverá a tener sed —respondió Jesús—,
14 pero el que beba del agua que yo le daré, no volverá a tener sed jamás, sino que dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna.
15 —Señor, dame de esa agua para que no vuelva a tener sed ni siga viniendo aquí a sacarla.
16 —Ve a llamar a tu esposo, y vuelve acá —le dijo Jesús.
17 —No tengo esposo —respondió la mujer.—Bien has dicho que no tienes esposo.
18 Es cierto que has tenido cinco, y el que ahora tienes no es tu esposo. En esto has dicho la verdad.
19 —Señor, me doy cuenta de que tú eres profeta.