60 Al escucharlo, muchos de sus discípulos exclamaron: «Esta enseñanza es muy difícil; ¿quién puede aceptarla?»
61 Jesús, muy consciente de que sus discípulos murmuraban por lo que había dicho, les reprochó:—¿Esto les causa tropiezo?
62 ¿Qué tal si vieran al Hijo del hombre subir adonde antes estaba?
63 El Espíritu da vida; la carne no vale para nada. Las palabras que les he hablado son espíritu y son vida.
64 Sin embargo, hay algunos de ustedes que no creen.Es que Jesús conocía desde el principio quiénes eran los que no creían y quién era el que iba a traicionarlo. Así que añadió:
65 —Por esto les dije que nadie puede venir a mí, a menos que se lo haya concedido el Padre.
66 Desde entonces muchos de sus discípulos le volvieron la espalda y ya no andaban con él. Así que Jesús les preguntó a los doce: