3 Los jefes de los sacerdotes se pusieron a acusarlo de muchas cosas.
4 —¿No vas a contestar? —le preguntó de nuevo Pilato—. Mira de cuántas cosas te están acusando.
5 Pero Jesús ni aun con eso contestó nada, de modo que Pilato se quedó asombrado.
6 Ahora bien, durante la fiesta él acostumbraba soltarles un preso, el que la gente pidiera.
7 Y resulta que un hombre llamado Barrabás estaba encarcelado con los rebeldes condenados por haber cometido homicidio en una insurrección.
8 Subió la multitud y le pidió a Pilato que le concediera lo que acostumbraba.
9 —¿Quieren que les suelte al rey de los judíos? —replicó Pilato,