1 Los fariseos y los saduceos se acercaron a Jesús y, para ponerlo a prueba, le pidieron que les mostrara una señal del cielo.
2 Él les contestó: «Al atardecer, ustedes dicen que hará buen tiempo porque el cielo está rojizo,
3 y por la mañana, que habrá tempestad porque el cielo está nublado y amenazante. Ustedes saben discernir el aspecto del cielo, pero no las señales de los tiempos.
4 Esta generación malvada y adúltera busca una señal milagrosa, pero no se le dará más señal que la de Jonás.» Entonces Jesús los dejó y se fue.
5 Cruzaron el lago, pero a los discípulos se les había olvidado llevar pan.
6 —Tengan cuidado —les advirtió Jesús—; eviten la levadura de los fariseos y de los saduceos.
7 Ellos comentaban entre sí: «Lo dice porque no trajimos pan.»