17 Por tanto, mi servicio a Dios es para mí motivo de orgullo en Cristo Jesús.
18 No me atreveré a hablar de nada sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mí para que los gentiles lleguen a obedecer a Dios. Lo ha hecho con palabras y obras,
19 mediante poderosas señales y milagros, por el poder del Espíritu de Dios. Así que, habiendo comenzado en Jerusalén, he completado la proclamación del evangelio de Cristo por todas partes, hasta la región de Iliria.
20 En efecto, mi propósito ha sido predicar el evangelio donde Cristo no sea conocido, para no edificar sobre fundamento ajeno.
21 Más bien, como está escrito:«Los que nunca habían recibido noticia de él, lo verán;y entenderán los que no habían oído hablar de él.»
22 Este trabajo es lo que muchas veces me ha impedido ir a visitarlos.
23 Pero ahora que ya no me queda un lugar dónde trabajar en estas regiones, y como desde hace muchos años anhelo verlos,