2 Y tenía él dos esposas; el nombre de una era Ana, y el nombre de la otra, Penina. Y Penina tenía hijos, mas Ana no los tenía.
3 Y subía aquel hombre todos los años de su ciudad para adorar y ofrecer sacrificios a Jehová de los ejércitos en Silo, donde estaban dos hijos de Elí, Ofni y Finees, sacerdotes de Jehová.
4 Y cuando llegaba el día en que Elcana ofrecía sacrificios, daba a Penina, su esposa, y a todos sus hijos y a todas sus hijas, a cada uno su parte.
5 Mas a Ana le daba una parte escogida, porque amaba a Ana, aunque Jehová había cerrado su matriz.
6 Y su rival la irritaba, enojándola y entristeciéndola, porque Jehová había cerrado su matriz.
7 Y así hacía cada año; cuando subía a la casa de Jehová, la irritaba así, por lo cual ella lloraba y no comía.
8 Y Elcana, su marido, le dijo: Ana, ¿por qué lloras? ¿Y por qué no comes? ¿Y por qué está afligido tu corazón? ¿No te soy yo mejor que diez hijos?