11 ¿Me entregarán los señores de Keila en sus manos? ¿Descenderá Saúl, como tu siervo ha oído? Oh Jehová Dios de Israel, te ruego que lo declares a tu siervo. Y Jehová dijo: Sí, descenderá.
12 Dijo luego David: ¿Me entregarán los de Keila a mí y a mis hombres en manos de Saúl? Y Jehová respondió: Os entregarán.
13 David entonces se levantó con sus hombres, que eran como seiscientos, y salieron de Keila y anduvieron de una parte a otra. Y llegó la nueva a Saúl de que David se había escapado de Keila, y desistió de salir.
14 Y David se quedó en el desierto, en lugares fuertes, y habitaba en la región montañosa del desierto de Zif; y lo buscaba Saúl todos los días, pero Dios no lo entregó en sus manos.
15 Viendo, pues, David que Saúl había salido en busca de su vida, se quedó él en Hores, en el desierto de Zif.
16 Entonces se levantó Jonatán hijo de Saúl y fue a David en Hores, y fortaleció su mano en Dios.
17 Y le dijo: No temas, porque no te hallará la mano de Saúl mi padre, y tú reinarás sobre Israel, y yo seré segundo después de ti; y aun Saúl mi padre así lo sabe.