1 Y el joven Samuel servía a Jehová delante de Elí; y la palabra de Jehová era de estima en aquellos días, y no había visión manifiesta.
2 Y aconteció que un día, mientras Elí estaba acostado en su aposento, cuando sus ojos comenzaban a oscurecerse, y no podía ver,
3 y Samuel estaba durmiendo en el templo de Jehová, donde estaba el arca de Dios, y antes que la lámpara de Dios fuese apagada,
4 Jehová llamó a Samuel, y él respondió: Heme aquí.
5 Y corriendo hacia Elí, dijo: Heme aquí; ¿para qué me llamaste? Y Elí le dijo: Yo no he llamado; vuelve a acostarte. Y él se fue y se acostó.
6 Y Jehová volvió a llamar otra vez a Samuel. Y levantándose Samuel, fue a Elí y le dijo: Heme aquí; ¿para qué me has llamado? Y él dijo: Hijo mío, yo no he llamado; vuelve y acuéstate.
7 Y Samuel no había conocido aún a Jehová, ni la palabra de Jehová le había sido revelada.