2 Y los filisteos persiguieron muy de cerca a Saúl y a sus hijos, y mataron a Jonatán, y a Abinadab y a Malquisúa, hijos de Saúl.
3 Y arreció la batalla contra Saúl, y le alcanzaron los flecheros; y fue gravemente herido por los flecheros.
4 Entonces dijo Saúl a su escudero: Saca tu espada y traspásame con ella, para que no vengan estos incircuncisos, y me traspasen y me escarnezcan. Pero su escudero no quería, porque tenía gran temor. Entonces tomó Saúl la espada y se echó sobre ella.
5 Y al ver su escudero a Saúl muerto, él también se echó sobre su espada y murió con él.
6 Así murió Saúl en aquel día, juntamente con sus tres hijos, y su escudero y todos sus hombres.
7 Y los de Israel que eran del otro lado del valle y del otro lado del Jordán, al ver que Israel había huido y que Saúl y sus hijos habían muerto, abandonaron sus ciudades y huyeron; y los filisteos vinieron y habitaron en ellas.
8 Y aconteció al siguiente día que los filisteos fueron a despojar a los muertos y hallaron a Saúl y a sus tres hijos tendidos en el monte Gilboa.