9 Esforzaos, oh filisteos, y sed hombres, para que no sirváis a los hebreos, como ellos os han servido a vosotros; sed hombres y pelead.
10 Pelearon, pues, los filisteos, e Israel fue vencido, y huyó cada cual a su tienda; y hubo una gran mortandad, pues cayeron de Israel treinta mil hombres de a pie.
11 Y el arca de Dios fue tomada, y murieron los dos hijos de Elí, Ofni y Finees.
12 Y corriendo de la batalla un hombre de Benjamín, llegó aquel día a Silo, rotos sus vestidos y tierra sobre su cabeza.
13 Y cuando llegó, he aquí, Elí estaba sentado en una silla vigilando junto al camino, porque su corazón estaba temblando por causa del arca de Dios. Llegó, pues, aquel hombre a la ciudad, y al dar las nuevas, toda la ciudad gritó.
14 Y cuando Elí oyó el estruendo de la gritería, dijo: ¿Qué estruendo de alboroto es éste? Y aquel hombre vino de prisa y le dio las nuevas a Elí.
15 Era ya Elí de edad de noventa y ocho años, y sus ojos se habían oscurecido, de modo que no podía ver.