20 Y Daniel habló y dijo: Sea bendito el nombre de Dios desde la eternidad hasta la eternidad, porque suyos son la sabiduría y el poder.
21 Y él es el que cambia los tiempos y las estaciones; quita reyes y pone reyes; da sabiduría a los sabios y conocimiento a los entendidos;
22 él revela lo profundo y lo escondido; conoce lo que está en tinieblas, y la luz mora con él.
23 A ti, oh Dios de mis padres, te doy gracias y te alabo, porque me has dado sabiduría y poder; y ahora me has revelado lo que te pedimos, pues nos has dado a conocer el asunto del rey.
24 Después de esto, Daniel fue a Arioc, a quien el rey había puesto para matar a los sabios de Babilonia. Fue y le dijo así: No mates a los sabios de Babilonia; llévame ante el rey, y yo le daré al rey la interpretación.
25 Entonces Arioc llevó prontamente a Daniel ante el rey y le dijo así: He hallado un hombre de los cautivos de Judá, el cual dará al rey la interpretación.
26 Respondió el rey y dijo a Daniel, al cual llamaban Beltsasar: ¿Podrás tú darme a conocer el sueño que he visto y su interpretación?