3 Ahora, pues, hagamos convenio con nuestro Dios de despedir a todas las esposas y a los nacidos de ellas, según el consejo de mi señor y de los que temen el mandamiento de nuestro Dios; y hágase conforme a la ley.
4 Levántate, porque ésta es tu responsabilidad, y nosotros estaremos contigo; anímate y hazlo.
5 Entonces se levantó Esdras e hizo jurar a los principales de los sacerdotes, y a los levitas y a todo Israel que harían conforme a esto; y ellos juraron.
6 Se levantó luego Esdras de delante de la casa de Dios y se fue a la habitación de Johanán hijo de Eliasib; y cuando fue allá, no comió pan ni bebió agua, porque se entristeció a causa de la infidelidad de los de la cautividad.
7 E hicieron proclamar en Judá y en Jerusalén a todos los hijos de la cautividad para que se reuniesen en Jerusalén;
8 y que el que no viniera dentro de tres días, conforme al acuerdo de los jefes y de los ancianos, perdiese todos sus bienes y fuese excluido de la congregación de los que habían regresado de la cautividad.
9 Así todos los hombres de Judá y de Benjamín se reunieron en Jerusalén dentro de los tres días, a los veinte días del mes, el cual era el mes noveno; y se sentó todo el pueblo en la plaza de la casa de Dios, temblando por motivo de aquel asunto y a causa de la fuerte lluvia.