7 E hicieron proclamar en Judá y en Jerusalén a todos los hijos de la cautividad para que se reuniesen en Jerusalén;
8 y que el que no viniera dentro de tres días, conforme al acuerdo de los jefes y de los ancianos, perdiese todos sus bienes y fuese excluido de la congregación de los que habían regresado de la cautividad.
9 Así todos los hombres de Judá y de Benjamín se reunieron en Jerusalén dentro de los tres días, a los veinte días del mes, el cual era el mes noveno; y se sentó todo el pueblo en la plaza de la casa de Dios, temblando por motivo de aquel asunto y a causa de la fuerte lluvia.
10 Y se levantó el sacerdote Esdras y les dijo: Vosotros habéis pecado, por cuanto tomasteis por esposas a mujeres extranjeras, añadiendo así al pecado de Israel.
11 Ahora pues, dad gracias a Jehová, Dios de vuestros padres, y haced su voluntad y apartaos de los pueblos de las tierras y de las esposas extranjeras.
12 Y respondió toda aquella congregación y dijeron en alta voz: Así haremos conforme a tu palabra.
13 Pero el pueblo es numeroso, y estamos en tiempo de lluvia, y no podemos estar en la calle; ni la obra es de un día ni de dos, porque somos muchos los que hemos pecado en este asunto.